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viernes, 16 de junio de 2017

Pobre cosecha en Erin Hills

Ninguno de los seis latinoamericanos que iniciaron el U.S. Open logró clasificar a los 36 hoyos finales del segundo Major de la temporada en una pobre labor en la edición 2017 que tiene como líderes a cuatro competidores con 137 golpes (-7) y ha demostrado que cualquiera lo puede ganar. 


Ángel Cabrera.
No hubo sorpresas. El corte clasificatorio se estableció en uno sobre el par, la cifra que se barajaba desde las primeras horas del día y ninguno de los latinoamericanos se dio chances de jugar los 72 hoyos siendo el mexicano Roberto Díaz, el jugador que tuvo que esperar hasta último momento para saber que integraría el field ya que figuraba como suplente, el que quedó más cerca con 148 (+4) y a tres del número necesario. Ángel Cabrera, campeón del torneo en el 2007, jugó hoy por última vez como competidor exento por su victoria de hace diez años quedando a cuatro golpes del corte al igual que el amateur chileno Joaquín Niemann, mientras que más atrás finalizó Andrés Romero con (+6) y más retrasados con (+8) culminaron los dos únicos jugadores que habían entrado directamente por ranking, Emiliano Grillo y Jhonattan Vegas, y por ende los que lo hacían con el mote de favoritos para la gente por sus pergaminos. Los ingleses Paúl Casey y Tommy Fleetwood y los estadounidenses Brooks Koepka y Brian Harman lideran la competencia con 137 golpes (-7), pero jugadores de la talla de Dustin Johnson (+5), campeón defensor, Rory McIlroy (+5), Jason Day (+10), Adam Scott (+3), Henrik Stenson (+3) y Bubba Watson (+4), entre otros, dejarán al torneo sin sus máximas figuras.
El primero de los argentinos que le dijo adiós al torneo fue el chaqueño Emiliano Grillo ya que compitiendo por la mañana firmó una tarjeta de 76 golpes (+4), la misma marca de la víspera que lo dejó muy lejos. El jugador que reside en los Estados Unidos tuvo un auspicioso arranque anotando tres birdies en la primera parte del recorrido, pero fallando apenas un fairway y un green en nueve hoyos pagó un alto precio al yerro ya que se fue con doble bogey del hoyo 4 al emplear tres putts desde muy corta distancia.
A pesar de acertar el fairway en el 10 y en el 11, el argentino se quedó corto con el segundo tiro en el primer hoyo y en el segundo se pasó y en ambos casos el resultado final fueron sendos bogeys que lo dejaron casi como al principio. El birdie del 13 tuvo poco valor ya que subió el par cinco del 14 y el doble bogey del 17 y el bogey del 18 no cambiaron absolutamente nada ya que se había quedado muy lejos.

ADIÓS A UNA DÉCADA GLORIOSA 
Ángel Cabrera se despidió hoy de su primer Major luego de diez años de participación ininterrumpida y si bien podrá seguir haciéndolo, para ello deberá clasificar como los demás, algo que difícilmente haga. El Pato había sido el mejor ayer y el único en jugar bajo el par pero hoy se metió en dificultades muy temprano con el bogey del hoyo 2 y el doble bogey del 3 y sin haber podido bajar el par en el primer hoyo del día. En cinco hoyos el Pato ya estaba cuatro sobre el par y cuando apareció el primer birdie la alegría no duró mucho ya que falló el green en el 9 y no pudo hacer approach y putt.
Cabrera arrancó los nueve hoyos finales bajando el par en el 10 y en el 12 pero pagó con un golpe cada yerro, por minúsculo que fuera. En el 11 un gran drive no pudo ser complementado con el segundo cayendo a un bunker para terminar con bogey y en el par tres del 13 se despidió del torneo al fallar el green necesitando de dos intentos para acceder al mismo terminando con doble bogey y cerrando con un nuevo error más en el hoyo final.
Andrés Romero se había dado vida ayer luego de los dos birdies realizados en los tres hoyos finales y hoy repitió la marca, pero fue simplemente para irse con la frente en alto ya que mucho antes se había despedido de la chance de clasificar. Tres bogeys y un birdie en los primeros seis hoyos condicionaron tempranamente al tucumano y cuatro sobre el par en los primeros cinco de los nueve hoyos finales lo marginaron de la prueba.

PÓQUER DE LÍDERES 
Paúl Casey no ganó nunca un torneo Major y tampoco se dio chances de hacerlo, aunque es un jugador que reúne todos los requisitos para conseguirlo y no sorprendería que este sea su torneo porque siempre se repone de la adversidad y se da muchas oportunidades de birdie. Luego del buen andar de la víspera compitiendo en las peores condiciones, se suponía que hoy podría dispararse en el leaderboard, pero luego de un birdie y un bogey en los tres primeros hoyos apareció el costoso error del par cinco del 14 donde terminó con triple bogey al que le siguió un bogey más que le hicieron perder cuatro golpes. El inglés se repuso magistralmente con cinco birdies consecutivos a partir del hoyo 17 y con (-7) era el líder en el Club House cuando los jugadores de la tarde aún estaban en la cancha de práctica.
Fleetwood, Koepka y Harman, quienes habían compartido ayer la cuarta colocación con (-5), hoy compitieron por la tarde y los tres se pusieron de acuerdo para anotar 70 golpes y con (-7) sumarse a la cima aunque para ello contaron con la estrecha colaboración del líder de los primeros 18 hoyos, Rickie Fowler, quien tuvo el control en sus primeros nueve hoyos de esta tarde con (-9) pero un hat-trick de bogeys a partir del hoyo 11 lo retrasó al cuarto lugar y a uno de los punteros.
Un golpe detrás y a dos de la punta clasificó el japonés Hideki Matsuyama, quien logró hoy el mejor score del torneo y la segunda mejor marca de un Abierto de los Estados Unidos con 65 golpes (-7) que le posibilitaron acumular 139 (-5) y mejorar en nueve golpes lo hecho en la víspera.
 • Backswing

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