Roger Federer se consagró por quinta vez campeón del Abierto de Australia de tenis al derrotar en cinco sets a Rafael Nadal 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3, en 3 horas y 37 minutos de partido para obtener el 18º título de Grand Slam de su carrera.
Roger Federer besa su quinto trofeo en el Australian Open. (Getty Images) |
Cada uno fiel a su estilo de juego fueron deleitando a la multitud para la que ya no alcanzó un estadio y colmaron el de al lado solamente para verlos por la pantalla gigante y estar lo más cerca posible de sus ídolos. Federer volvió a ser el termómetro del juego ya que es el que marca siempre el rumbo con 73 tiros ganadores duplicando a su oponente (35) pero también haciéndolo en cuanto a errores no forzados (57/28) y cuando acertó ganó con facilidad como en el primer y tercer juego pero Nadal siempre estuvo ahí tendiendo su telaraña para atraer al suizo y lo consiguió en el segundo y cuarto game donde Roger falló mucho más de los esperado e incluso los yerros se extendieron al inicio del parcial final pero Federer no paró de tirar y consiguiendo breaks en todos los juegos de servicio del español pudo revertir un 1-3 ganando cinco games consecutivos para volver a mirar el cielo y dar gracias por un nuevo título.
SOBERBIO COMIENZO DE ROGER
El momento cumbre. |
Rápidamente, como del día a la noche, el suizo cambió el chip y pareció otro jugador muy diferente al de unos minutos antes, fallando mucho más de la cuenta con el servicio (13/25) y cometiendo 15 errores no forzados duplicando a los tiros ganadores por lo que no sorprendió que Nadal ganase el segmento ya que rápidamente rompió en el segundo y cuarto juego para alcanzar una decisiva ventaja de 4-0 y no se inmutó cuando Roger lo quebró en el quinto ya que se mantuvo firme e igualó set por lado.
Los números no eran muy halagüeños para el helvético en cuanto a enfrentamientos personales cada vez que se repartieron los dos primeros sets ya que el español había triunfado en (7/8) encuentros. El comienzo del tercer parcial no difirió mucho del anterior con Federer debatiéndose entre los errores a la hora de mantener el saque y debió levantar tres puntos de break que pudieron cambiar la historia pero salió airoso y en el siguiente y luego de un gran sobre pique tuvo su oportunidad y una pelota de Nadal en la mitad de la red le dieron la ruptura que luego se encargó de que sea para una ventaja de 3-0 ganando en cero su saque. El suizo dominó y en el cuarto game dispuso de tres nuevas chances para quebrar desaprovechadas pero en el siguiente juego de saque del español revirtió un 0-30 a base de grandes devoluciones para volver a quebrar y cerrar el set con su saque pero antes debió convivir con dos nuevas situaciones de break cerrando con un sutil toque en la red.
NADAL SE DIO VIDA
A pesar del ritmo vertiginoso impuesto por el campeón en el tercer parcial, Nadal siempre estuvo al acecho esperando su oportunidad la que llegó rápidamente en el cuarto juego cuando dos errores de Federer y un gran acierto de Rafa le permitieron ponerse 40-0 y quebrar en la segunda oportunidad para alcanzar luego una ventaja de 4-1 que prácticamente aseguraba un quinto set. El suizo continuó tirando y fallando como sin brújula y con su rival muy sólido a la hora de sacar fue inevitable un quinto parcial, un premio para el público.
Al igual que en el cierre del segundo set y el comienzo del tercero, Federer arrastró los errores del parcial anterior y quedó rápidamente 15-40 y con un grosero error fue quebrado en la segunda oportunidad. El suizo dispuso de tres chances para recuperarse en el siguiente pero Nadal salvó en gran forma cada una de ellas.
En el cuarto game nuevamente el español levantó otro punto de break y en el sexto quedó expuesto dos veces pero en la sexta del game una pelota fallada por poco certificó el resurgimiento de Roger. A partir de ahí se vio a un renovado Federer quien siempre confió en su juego (generó once situaciones de break luego de ser quebrado) en cambio Nadal sintió el impacto y con una doble falta quedó 0-40 en el octavo juego aunque el español tampoco pensaba entregarse y salvó las tres pero el campeón tuvo dos más y en la quinta del game asestó el golpe final.
Cerrarlo no iba ser sencillo para ninguno de los dos y a falta de primeros servicios Federer debió convivir con situaciones de break en fila que las pudo salvar y en el segundo punto de partido hizo realidad el sueño del retorno con festejo el día final. Federer se convirtió en el primer jugador en ganar al menos cinco títulos en tres de los cuatro torneos granes: Abierto de Australia (5), U.S. Open (5), Wimbledon (7) y completa Roland Garros (1).
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