Schwartzman gana y gusta

El argentino Diego Schwartzman derrotó en sets corridos al francés Alexandre Muller 6-2, 6-0 y 6-3 en apenas 1 hora y 32 minutos de partido y se metió en la tercera ronda del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada que se juega en Melbourne Park.

Diego Schwartzman. 

Sólido andar del Peque que independientemente de los quilates de su rival que provenía de la clasificación ingresando al cuadro principal como perdedor afortunado jugó un tenis soberbio y casi perfecto para aplastar literalmente al francés en uno de los partidos más cortos del torneo y ahora enfrentará a otro jugador que viene de la qualy, el ruso Aslan Karatsev (114) quien aplastó también hoy al bieloruso Egor Gerasimov (79) 6-0, 6-1 y 6-0 en 1 hora y 33 minutos de partido, apenas un minuto más extenso que el match del argentino. La victoria de Tsisipas sobre Simón 6-1,  6-2 y 6-1 también duró 92 minutos y apenas fueron superado por el de Djokovic sobre Chardy en el debut que fue de 1 hora y 31 minutos.

Muller nunca estuvo a la altura de las circunstancias ya que arrancó nervioso cediendo su saque en cero y perdiendo apenas un punto con su saque el argentino ya estaba rápidamente 2-0, brecha esta que no se detuvo ahí ya que en el siguiente juego el Peque revirtió un 15-40 y luego de una derecha paralela forzó el error para un segundo break que confirmó con autoridad alcanzando rápidamente una ventaja de 4-0. 

Una pequeña laguna del porteño, la única del partido; luego de que el francés levantó tres puntos más de break para ganar su primer juego le hizo perder dos games ya que fue quebrado en el siguiente, pero el argentino no estaba dispuesto a soltar la presa y extendiendo más el peloteo buscando evitar perder él el punto rompió otra vez con una derecha cruzada para con su servicio quedarse con la primera ventaja en un parcial donde cometió apenas seis errores no forzados contra los catorce de su rival.

La segunda manga no varió absolutamente nada en el desarrollo del match ya que una derecha paralela le dio a Schwartzman dos situaciones de break que concretó confirmando sin contratiempos para volver a ganar cuatro juegos consecutivos, aunque lo suyo no se detendría ahí ya que una doble falta del francés después del ace le generó dos nuevas oportunidades para romper al Peque quien lo logró con otro error de saque de su oponente confirmando la ruptura en cero.

Muller quería irse a su casa ya que, entre la adversidad del resultado, el calor intenso del mediodía australiano y la fortaleza de su rival sumaban un combo imposible de resolver para él. Una nueva equivocación de Muller le dio otra chance de quiebre a su oponente que él mismo se encargó de resolverlo con otra doble falta. Un revés que no tuvo retorneo le permitió al octavo favorito quedarse con el segundo parcial cuando apenas transcurrían 58 minutos de partido.

El Peque jugó muchos puntos al medio y con mucha profundidad obligando al francés quien estaba muy estático a entregar el siguiente golpe para ahí sí definir ya que su rival no tuvo ni la potencia ni la claridad y convicción para resolverlo. Cuando retornaron, por primera vez Muller pudo estar al frente en el marcador del parcial y ganar otra vez su servicio después de mucho tiempo.

Schwartzman también ganó su saque y en cero para el 1-1 y una derecha paralela del francés apenas ancha le posibilitó romper nuevamente y con un toque de fortuna siempre necesaria en la faja el argentino confirmó la ruptura para ponerse 3-1 y rápidamente abortar el intento de recuperación de su oponente y en el siguiente juego un revés cruzado que no pudo ser devuelto le generó otra oportunidad para romper y con un punto calcado en el siguiente quebró para 4-1.

Luego de estar 30-0 el Peque debió convivir con dos situaciones de break que las pudo resolver, pero esto estimuló a su adversario quien ganó en cero su servicio en el siguiente y a fuerza de tiros ganadores quebró también blanco encendiendo una luz de alarma, pero la reacción vino muy tarde ya que en el cierre una derecha cruzada del argentino y luego un revés cruzado le permitieron volver a quebrar y esta vez para festejar su acceso a tercera ronda.

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