Federer, simplemente Federer

Roger Federer festejó su regreso al liderazgo del Ranking Mundial de Tenis consagrándose campeón del ATP 500 de Róterdam superando en la final al búlgaro Grigor Dimitrov por un doble 6-2 en apenas 55 minutos de partido. 

Roger federer.

A lo grande. Como no podía ser de otra manera el mejor tenista de la historia se consagró campeón del ABN Amro World Tennis que concluyó hoy en Róterdam (Holanda) y que certificó su regreso al número uno del mundo que ostentará oficialmente a partir de mañana, pero que el viernes ya lo había conseguido al acceder a las semifinales del torneo holandés superando al local Robin Haase.
Dimitrov no le había podido ganar nunca a Federer en los seis encuentros disputados hasta hoy y esta no podía de ninguna manera ser la excepción ya que la mesa estaba servida para el “veterano” suizo que a los 36 años de edad y “casi 37”, como dijo en la víspera, continúa dando lecciones de vida y deportividad a cada paso que da.
Con apenas siete puntos perdidos con el servicio en todo el encuentro Federer dominó a voluntad ya que a partir de ahí su juego fluyó a la perfección distribuyendo los golpes ya sea de derecha o de revés por todos los rincones de la cancha y muy pocas veces el muy buen jugador búlgaro y número cinco del mundo pudo hacer algo más que no sea cumplir el papel de partenaire.
Luego de cuatro games muy parejos el jugador de Basilea dio el primer golpe quebrando el saque de su rival en el quinto juego y a partir de ahí se terminó todo ya que Federer volvió a romper nuevamente en el séptimo y ganando los últimos cinco games se quedó con el primer parcial en apenas 25 minutos, muy pocos tratándose de la final de un torneo entre dos de los cinco mejores jugadores del mundo.
La cosa no terminó ahí ya que luego de fallar una nueva chance de break en el inicio de la segunda manga el suizo generó otra más luego de ejecutar un gran revés cruzado que terminó trasformando en otro quiebre gracias a una volea fallida del búlgaro. La confirmación del break sin contratiempos determinó que Roger había conquistado el séptimo juego de manera consecutiva y extendió a 2-0 la marca del segundo segmento.
Ya sin chances en el juego como tampoco anímicas Dimitrov se resignó a esperar el final y un nuevo quiebre en el quinto game aceleró los tiempos ya que luego de que ambos ganasen en cero sus respectivos servicios Federer repitió en 15 el último para desatar la fiesta en un estadio colmado por un público que podrá contarle a sus descendientes que fue parte de la historia del tenis.
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