Molteni ganó en dobles en Lyon

El argentino Andrés Molteni y el canadiense Adil Shamasdin se consagraron campeones en dobles del ATP de Lyon, Francia, al superar en la final al neozelandés Marcus Daniel y al brasileño Marcelo Demoliner 6-3, 3-6 y 10/5 en el súper tie break, en 1 hora y 22 minutos de partido. Tsonga ganó en singles.

Molteni y Shamasdin.

El bonaerense Andrés Molteni, de 29 años de edad, obtuvo hoy su segundo título ATP en la categoría dobles, en esta oportunidad junto al canadiense Adil Shamasdin quienes lograron una ajustada victoria sobre Daniel-Demoliner y se quedaron con una recompensa de 26.110 euros y 250 puntos para el ranking. La otra victoria de Molteni fue junto al marplatense Horacio Zeballos en Atlanta, en el 2016, aunque en esa oportunidad fue sobre carpeta. Ese año también perdió la final en Estambul formando pareja con Diego Schwartzman quien se consagró campeón en singles de ese torneo.
Molteni-Shamasdin estuvo muy firme con el servicio en el primer set ganando los doce puntos que jugaron con su primer servicio logrando romper en (2/3) en el tercer juego y en el cierre del primer set no dándole ninguna oportunidad a sus rivales.
En la segunda manga los que estuvieron más acertados desde el servicio fueron Daniel y Demoliner pero por sobre todas las cosas certeros a la hora de aprovechar sus oportunidades de break. La pareja neozelandesa-brasileña rompió en el quinto juego y se salvó en el octavo volviendo a quebrar en el cierre. En el súper tie break los campeones dominaron de entrada ganando seis puntos consecutivos para tomar una decisiva ventaja de 6/1y mantenerla hasta el final.
En su camino al título Molteni-Shamasdin derrotó en primera ronda a Monroe-Sitak 4-6, 6-4 y 10/8, en cuartos de final a la pareja favorita, Carlos Berlocq-Andreas Seppi 6-2 y 6-3 y en semifinales a los terceros sembrados, Olivier Marach y Mate Pavic 6-4 y 7-6 (7/1).
El local Jo-Wilfried Tsonga se adjudicó el título en singles al derrotar en la final al checo Tomás Berdych 7-6 (7/2) y 7-5, en 1 hora y 47 minutos de partido. El campeón dominó desde el servicio a su rival y a pesar de ganar en cero sus tres juegos finales de saque recién en el ocaso logró el único quiebre del partido para festejar el título en su tierra.
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