El correntino Leonardo Mayer fue un mar de errores no forzados y desaprovechó innumerables situaciones de quiebre perdiendo en tres parciales ante Fabio Fognini por 6-7 (4/7), 6-3 y 6-2.
Leo Mayer. |
Fue increíble la cantidad de pelotas enganchadas por el correntino, impropias hasta para un aficionado. La poca paciencia del Yacaré a la hora de pelotear muchas veces le obligó a ir tan al límite que terminó fallando más de la cuenta.
En el primer set el Yacaré aprovechó los errores de Fognini para quebrar en la cuarta chance llegando a tener una ventaja de 4-1 pero cuatro errores seguidos le hicieron perder la ventaja en el séptimo game debiendo dilucidar en el tie break quien se quedaba con el primer parcial.
El correntino quedó rápidamente 0-3 luego del mini break pero en gran reacción ganó (7/8) puntos jugados en el cierre para quedarse con el set.
FALTA DE PUNCH A LA HORA DE QUEBRAR
En la segunda manga el que pegó primero fue el italiano quien llegó a tener la misma ventaja que Mayer en el set inicial (3-0) pero contó con la inestimable ayuda del correntino quien falló tres chances para recuperar la ruptura en el tercero y quinto juego y a pesar de haber caminado por la cornisa, Fognini cerró en gran forma con su saque.
La simplicidad para jugar por parte del italiano explica en gran medida su excelente presente ya que todo lo vuelve sencillo haciendo parecer que realmente lo es, a pesar de que hoy jugó con mucha displicencia como acusando el cansancio del cúmulo de partidos.
En el set final nuevamente Leo demostró que el procesamiento de datos no es una de sus virtudes enfrascándose en discusiones estériles con gente del público que lo terminan perjudicando ya que lo sacan completamente de partido haciendo imposible parar los errores.
PELEAS ESTÉRILES
En el tercer juego Mayer estaba 30-15 cuando volvió a discutir con una persona del público y con tres errores seguidos perdió el saque. En el siguiente punto el argentino se puso 40-0 para recuperar el break pero increíblemente jugó dos pelotas tan malas que parece imposible errar por tanto fallando en total cinco oportunidades en el game para recuperar la desventaja.
Un solo break en trece chances en el encuentro sintetizan en gran medida el resultado final ya que algunos errores no forzados menos y el aprovechamiento de algún que otro punto de quiebre más hubiesen alcanzado tranquilamente para seguir en el torneo.
En el sexto juego Mayer desperdició la última oportunidad para volver al partido ya que en el siguiente volvió a ser quebrado para despedirse del torneo.
• Backswing
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