Argentina está nuevamente en semis

Schwank y Chela durante el match ante Kazajistán.
(Gentileza sitio del torneo)

De la mano del Torino y del Gordini, Argentina consiguió acceder hoy, por séptima vez en los últimos 10 años, a las semifinales de la Copa Davis al redondear un 3-0 inalcanzable ante Kazajistán.
La victoria conseguida hoy en el Parque Roca por los doblistas Juan Ignacio Chela (Torino) y Eduardo Schwank (Gordini) sobre los kazajos Yuri Schukin y Evgeny Korolev por 6-3, 6-2 y 7-5, en 2 horas y 5 minutos de juego, terminó de sentenciar el pasaje del equipo nacional a una nueva instancia de semifinales, donde enfrentará al ganador del match que están disputando Suecia y el actual campeón Serbia, quien tiene una cómoda ventaja de 2-0 y será seguramente el rival en la siguiente instancia.
La pareja argentina comenzó un tanto errática y cometiendo errores que a poco estuvieron de marcar una tendencia favorable a los europeos, pero pudieron salvar algunas chances de break en el primer parcial hasta que lograron quebrar por primera vez a los kazajos en el octavo punto para cerrar la primera manga con su saque.
Chela-Schwank profundizó el dominio conseguido sobre los europeos en la parte final y rápidamente quebró el servicio en el tercer game de la segunda manga para abortar cualquier intento por parte de Schukin y Korolev de recuperar protagonismo. Un nuevo break en el séptimo punto posibilitó que lo argentinos cerraran el segundo parcial nuevamente con su servicio.
“Estoy por cumplir 32 años y estoy contento de poder seguir jugando. Me encanta este deporte, es mi pasión y me gusta mucho”, manifestó Chela, quien cumplirá 32 años en agosto y es apodado el Torino. “Estoy muy feliz de estar en el equipo de nuevo y creo que hemos jugado un gran partido hoy, incluso en el último set cuando se nos complicó un poco”.
Los argentinos volvieron a hacerse del servicio de los kazajos en el tercer game -al igual que en el segundo parcial- y cuando todo parecía encaminado a una victoria sin contratiempos, El Gordo Schwank (apodado El Gordini por el mismo; para hacer juego con el sobrenombre recibido por su compañero de dobles por parte del Capitán Tito Vázquez), se complicó innecesariamente cuando sacaba 40-15 para reafirmar la ruptura anterior y terminó perdiendo el saque por primera vez en el partido.
Esta inyección anímica posibilitó que los europeos consiguieran, con un nuevo break, adelantarse 4-2 en el marcador.
El sacudón sirvió para despertar a los argentinos, quienes recuperaron el break en el octavo y volvieron a quebrar en el undécimo para sacar para partido.
Nuevamente le tocó al santafesino Schwank cerrar el encuentro y nuevamente tuvo que sobreponerse a momentos de dudas pero esta vez las mismas no se tradujeron en break y consiguieron quedarse con la serie.
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