Sin tandilenses en Montecarlo

Los argentinos Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco cayeron derrotados hoy en octavos de final del Masters de Montecarlo ante el finés Jarkko Nieminen y el serbio Novak Djokovic. 

La imagen habla por sí sola.
(Getty Images)

Del Potro perdió por 6-4, 4-6 y 7-6(7/4), en 2 horas y 37 minutos de partido, mientras que su coterráneo Mónaco sucumbió por 4-6, 6-2 y 6-2, en 2 horas y 2 minutos.
En un encuentro de alternativas cambiantes pero muy emotivo, especialmente en el set final y en el tie break, el argentino Juan Martín Del Potro se quedó si la chance de avanzar a los cuartos de final ante el siempre difícil zurdo finlandés Jarkko Nieminen quien volvió a ganarle a un top ten después de dos años donde perdió 17 partidos ante jugadores clasificados dentro de los diez primeros en el ranking de la ATP.
El tandilense comenzó con mucha apatía su partido siendo quebrado en el segundo juego para quedar 0-3 y si bien pudo recuperar la desventaja en el noveno game, Nieminen volvió a romper en el cierre apara quedarse con la primera manga.
El argentino se recuperó en el segundo parcial logrando el break en el tercer game y si bien tuvo que trabajar bastante en el octavo juego donde salvó dos chances de break y en el cierre donde levantó otro, pudo igualar set por lado.
Del Potro pareció tener todo encaminado luego de la ruptura inicial pero no fue así ya que la garra del europeo siempre le permitió volver. La Torre desperdició dos chances en fila para establecer una enorme diferencia de dos quiebres respecto de su rival pero falló y fue quebrado en el game siguiente para quedar 2-2. La inconsistencia del argentino le hizo perder el servicio quedando 2-4 en el marcador pero en uno de sus mejores momentos del partido ganó tres puntos consecutivos para ponerse 5-4 y sacar para partido pero volvió a ser el Del Potro apático, quien juega bien nada más que cuando está contra las cuerdas o cuando tiene un rival de prestigio enfrente de él.
Juan Martín fue quebrado nuevamente lo que los llevó a tener que ir al desempate y donde Nieminen se puso rápidamente 3-0, después Del Potro ganó cuatro puntos seguidos pero nuevamente se fue y la garra de su rival y el apetito de ganar le permitieron obtener también cuatro puntos seguidos para festejar un gran triunfo ante un rival superior pero que con garra todo se puede igualar, especialmente en polvo de ladrillo. En el cierre Delpo no podía más y pídió atención médica pero como no venía con la protitud solicitada siguió jugando y terminó perdiendo.

MÓNACO DEJÓ PASAR EL TREN 
El tandilense Juan Mónaco no supo sacar provecho del set a favor y de las incomodidades del serbio Novak Djokovic siendo superado ampliamente en el segundo y tercer parcial.
El primer set se caracterizó por los errores no forzados de ambos jugadores y donde el argentino anotó 15 errores no forzados pero su rival 21. Mónaco quebró el saque del número uno del mundo en el tercer game y si bien no lo pudo sostener logró otra ruptura más en el noveno juego lo que le permitió cerrar el primer parcial con su saque.
Los problemas del serbio, quien no le encontraba la vuelta al partido lo llevaron manifestar algunos problemas con el tobillo lo que hizo que Pico perdiera el verdadero foco del partido y luego de disponer de un 30-0 con el saque de su rival en el inicio del segundo set, fue quebrado en el segundo y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba 0-3 abajo. El tandilense recuperó el break en el quinto game pero lo volvió a perder en el sexto y en el cierre, después de salvar tres sets points, cayó en el cuarto.
El verdadero cometido ya estaba logrado, el argentino había perdido totalmente el hilo del partido y Djokovic nunca más tuvo problemas con el tobillo. La historia se volvió a repetir quebrando el serbio en el segundo juego para establecer nuevamente el 3-0 de la segunda manga. En el séptimo game el argentino insinuó la recuperación quebrando el saque de su rival pero lo volvió a perder en el cierre y una vez más el tenista derrotado se arrepentirá de dejarse llevar por las simulaciones del rival de enfrente quien termina el partido como si nada hubiese pasado.
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