Carlsson también festejó

La increíble historia de los hoyos en uno no terminaron en la víspera luego de las dos sensacionales conquistas del local Horne en Malelane, Sudáfrica, sino que el sueco Carlsson también se sumó a los festejos hoy.

Carlsson recibe las llaves de su nuevo auto.
(Gentileza TEG)

Los organizadores del Alfred Dunhill Championship habían dispuesto un automóvil BMW Serie 6 Gran Coupé Okm para el jugador que lograse embocar con su tiro de salida en el par tres del hoyo 12 del Leopard Creek, de 192 yardas de extensión. El sudafricano Keith Horne logró la hazaña el viernes con un hierro 8 lo que le valió una bolsa Dunhill como premio consuelo y no contento con ello, el sábado volvió a jugar el mismo hierro logrando embocar nuevamente de un solo tiro.
El dilema de los organizadores era que hacer ante tamaña hazaña ya que es la primera vez en la historia de la gira europea que un jugador emboca dos días seguidos con el tiro de salida en el mismo hoyo. Con buen tino los organizadores y la gente de BMW decidieron premiar a Horne con un BMW ActiveHybrid 5 ya que sería demasiado injusto que se fuera con las manos vacías luego de su proeza.
El día domingo llegó y los 70 jugadores que superaron el corte clasificatorio salieron con la esperanza de repetir la hazaña del sudafricano y quedarse con el magnífico vehículo cuyo valor se asemeja bastante a la bolsa correspondiente al primer premio.
Horne de hecho no lo logró consiguiendo apenas el par pero el sueco Magnus Carlsson no quiso ser menos y ejecutando magistralmente un hierro 7 envió la pelota al fondo de la taza decretando que el BMW Serie 6 Gran Coupé quedara en sus manos.
“El viento cambiaba mucho hoy así que no estaba muy seguro de que jugar, si un hierro 7 o un 8, finalmente me incliné por el 7 al igual que en los tres días anteriores. Pensé que el viento que soplaba hacia la izquierda me sacaría la pelota pero esta se mantuvo recta y fue a dar dentro del hoyo,” dijo un eufórico Carlsson.
Carlsson, quien actualmente conduce un modesto Volkswagen Passat, dijo que era el quinto ace de su vida -el tercero como jugador profesional- y admitió que tendría que juntarse con Horne para sobre las respectivas hazañas.
Respecto de su premio reflexionó: “Probablemente sea uno de los coches más exclusivos que he visto y tal vez demasiado rápido para mí, así que voy a tener que acostumbrarme a él y no presionar demasiado el pedal del acelerador”, dijo a modo de despedida el sueco afortunado.
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