Nalbandián ganó su cuarto título. |
Ambos jugadores protagonizaron un partido espectacular, con un juego de alto vuelo y lejos atrás quedaron los encuentros como el que protagonizó el sábado el cordobés ante Marat Safin, donde se vio un juego distendido y con mucha participación del público.
Además del cheque correspondiente al primer premio y el auto que se llevaba el ganador, estaba en juego el liderazgo del tenis argentino, donde primaba el ego y el amor propio, ya que en el ranking de la ATP, prácticamente no hay diferencias, ya que ambos totalizan 1480 puntos.
Ambos jugadores se prodigaron en el ataque, y aquel jugador que la dejaba medianamente corta, automáticamente era presionado en busca del punto.
Por ello no extrañó que el saque tuviera tan poco valor, ya que se quebraron en diez oportunidades a lo largo del match.
En los tres primeros games del set inicial, ambos jugadores se quebraron mutuamente y el más doloroso para el tandilense fue el quiebre en el tercero, ya que sobrevino luego de desperdiciar cuatro puntos de game.
En el quinto, Mónaco gana su servicio en cero y en el siguiente, revierte un 0-30 y ganando cuatro puntos de excelente factura, recupera el break.
Pero como si esto no sirviera absolutamente de nada, en el séptimo, el tandilense vuelve a perder el saque en cero.
En el noveno game, Nalbandián aprovecha la primera oportunidad de set que le ofreció su oponente y se queda con el primer parcial por 6-3.
En el inicio del segundo segmento, el juego comenzó tan intenso y bien jugado como en el primero y para seguir en sintonía, hasta los quiebres de servicio continuaron como al principio.
Luego de quebrarse mutuamente en el comienzo, fue Mónaco quien se adelantó en el marcador al hacer suyo el saque de David en el séptimo game, pero al igual que como ocurrió en el primero, no pudo ratificar la ruptura.
En el noveno punto, el cordobés vuelve a vivir momentos de zozobra al tener que levantar un 0-40 y con mucho esfuerzo mantiene su servicio.
Los demás games trascurrieron sin sobresaltos hasta que llegó la hora del tie break, donde el cordobés sacó diferencias rápidamente hasta ponerse 6/2 y disponer de cuatro match point.
Nuevamente el de Unquillo tuvo que ponerse el overol para doblegar la resistencia de Mónaco y recién en el cuarto match point, consigue el objetivo gracias a una pelota que el tandilense dejó en la red.
Las estadísticas finales marcaron una absoluta paridad entre tiros ganadores y errores no forzados y tan solo el oportunismo del cordobés a la hora de quebrar (seis contra cuatro), le permitieron quedarse con el cuarto título de las ocho ediciones del torneo auspiciado por Peugeot.
MOYA SE FUE OVACIONADO
La despedida del público porteño por parte del español Carlos Moya, sufrió un cambio a último momento, ya que el rival de turno del mallorquín, Gastón Gaudio, se lesionó en los entrenamientos del sábado y fue reemplazado por Guillermo Cañas.
Moya derrotó al argentino por 4-6, 6-1 y 7/2 en el tie break y se retiró ovacionado por el público que colmó el estadio.
•Backswing
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