Su amor por el golf lo llevó a su viejo club, el Tacurú Social Club, a jugar una ronda de golf para despuntar el vicio y lo hizo el sábado 20 en coincidencia con la disputa del torneo Osde, que cerraba la Copa Challenge.
La ronda de golf se desarrolló en una mañana gris, cargada de amenazas de lluvias y tormentas eléctricas que salvo un breve período de tiempo donde llovió un poco y sopló algo de viento, permitió que los madrugadores pudieran terminar su recorrido.
Nuestro ilustre visitante fue protagonista de una situación bastante insólita en el hoyo 8, un corto par cuatro sin mayores dificultades.
El tiro de salida de Fascetto no fue de los mejores pero pintaba para bastante “comercial” hasta que en el final de su recorrido pegó en la base de un cocotero con bastante mala fortuna de rebotar la pelota para atrás y adentrándose más entre los árboles.
El segundo tiro no revestía mayor peligro pero nuestro jugador en cuestión decidió arriesgar y tratar de jugar la pelota al green por entre medio de una pequeña abertura que había en la horqueta del árbol que se encontraba delante del green.
La mala suerte siguió acompañando a nuestro jugador quien dejó la pelota arriba del árbol (foto), sin la chance de jugarla debiendo declararla injugable lo que le costó varios golpes además del fastidio correspondiente.
La jornada debió ser suspendida a la tarde por el desmejoramiento de las condiciones climáticas aunque Fascetto volverá a Panamá con las pilas cargadas y con una anécdota bastante particular para contarles a sus amigos.
La segunda historia lo tiene como protagonista al coronel (VGM) Roberto Reyes, Comandante de la Brigada de Monte XII del Ejercito Argentino con asiento en Posadas, quien días pasados vivió una situación similar a la de Fascetto, con la salvedad de que la suya no fue tan espectacular.
Reyes jugó su tiro de salida en el par cuatro del 14 y la pelota, como buena subordinada a un militar, intuyó el peligro y buscó protección en un bunker devenido en una improvisada madriguera situada en la base de un frondoso pino (foto).
Sin dudas que la misma se salvó del peligro inminente aunque cuando “el jefe” llegó para jugar su segundo tiro se encontró con la desagradable sorpresa de que no había tiro posible ni siquiera para atrás, por lo que también debió declararla injugable y la cantidad de golpes que anotó posteriormente en su tarjeta fue motivo suficiente para que la misma fuera a parar al lugar más oscuro y recóndito de la bolsa; donde no existiera peligro alguno, y otra colega suya debió tomar la posta para completar el recorrido en una hermosa mañana de golf pero con los imponderables propios de este apasionante deporte.
• Backswing
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