La argentina Solana Sierra (101) perdió hoy en octavos de final de Wimbledon con la alemana Laura Siegemund (104) por 6-3 y 6-2 en una hora y 23 minutos de partido.
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| Solana Sierra. |
La semana soñada de la marplatense Solana Sierra llegó a su fin, bastante más tarde de lo esperado ya que el idilio duró diez días después de su derrota en la final de la clasificación ante la australiana Talia Gibson por 6-4, 3-6 y 7-5 y cuando se encontraba con un pie en el avión de regreso a su Mar del Plata natal y solamente una hora antes del inicio del cuadro femenino le llegó la notificación que ingresaba al main draw en reemplazo de la belga Greet Minen y a partir de ahí todo fue magia.
En calidad de lucky loser (perdedora afortunada) Sierra debutó en un grand Slam venciendo correlativamente a la australiana Olivia Gadecki por 6-2 y 7-6 (8/6), posteriormente superó a la británica Katie Boulter (43) por 6-7 (7/9), 6-2 y 6-1 y en 16avos a la española Cristina Bucsa (102) por 7-5, 1-6 y 6-1 lo que le posibilitó enfrentar a la rival de hoy que la despertó del bello sueño.
El match comenzó con ambas jugadoras quebrándose el servicio, aunque Sierra desaprovechó dos chances más para repetir la ruptura en el cuarto y sexto game y ello le terminó jugando en contra ya que en el séptimo la alemana no desaprovechó su oportunidad quebrando el saque de la marplatense y luego de confirmar en cero repitió el break en el cierre en 15 y obteniendo (8/9) puntos finales se quedó con la primera ventaja en 48 minutos.
En la segunda manga Siegemund pegó otra vez primero rompiendo en el segundo juego y confirmando en cero la ruptura rápidamente alcanzó la ventaja de 3-0 que fue determinante en el desarrollo posterior ya que la europea no pasó zozobras a la hora de servir y en el final volvió a quebrar concretando el tercer match point después de haberse puesto 40-15.
Para la argentina, de 21 años de edad queda en limpio la mejor semana tenística de su corta carrera que le permitirá meterse en el top 100, además de quedarse con una recompensa cercana a los 327 mil dólares, casi el doble de lo obtenido en toda la temporada 2025 antes del Grand Slam.
Como premio extra, los organizadores de Wimbledon le pidieron a Solana que antes de irse del torneo deje una raqueta y la ropa utilizada para ser exhibida en el museo del torneo (famoso por sus artículos) por haber sido la primera lucky loser en alcanzar los octavos de final en la Era Abierta.
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