La diosa Lydia Ko es de oro

La neozelandesa Lydia Ko hizo historia en los Juegos Olímpicos al convertirse en la primera golfista en ganar tres medallas ya que al oro conseguido hoy en París 2024 se le debe sumar la plata en Río (2016) y el bronce en Tokio (2020).

Lydia Ko.

Si algo le faltaba a la brillante jugadora oceánica Lydia Ko (Bo-Gyung) de 27 años de edad era precisamente la medalla dorada que se le había escapado en Brasil dónde obtuvo la plateada y en la última edición jugada en Japón se quedó con la de bronce, que la convierten en la única golfista ya sea femenina o masculino en ganar tres preseas olímpicas. Al palmares de Ko se le debe agregar que es la única jugadora en haber ganado dos torneos como profesional siendo amateur a los 15 años de edad, fue la número uno del mundo más joven a los 17 años y un año más tarde se convirtió en la más joven, con 18, en obtener un Major triunfando en el Evian Championship, además de tener 20 trofeos ganados como profesional integrando un selecto grupo de jugadoras con esa cifra y lo único que le faltaba era el oro que hoy la transportó al olimpo del golf. Y por si todo esto fuera poco, Lydia consiguió hoy el punto que le faltaba para ingresar al Salón de la Fama de la LPGA.

Ko había arrancado la semana con ronda de 72 golpes y a siete de la francesa Celine Boutier que lideró el primer día con 65, pero posteriormente firmó tarjetas de 67 y 68 para liderar la cita olímpica con 207 (-9), posición que compartió con la suiza Morgan Metraux que se apoderó del liderazgo en la segunda jornada con marcas de 70 y 66 y ayer cerró con águila el par cinco final alcanzando a Ko en la cima con (-9) y ambas con dos de ventaja respecto de la estadounidense Rose Zhang y la japonesa Miyu Yamashita.

KO SOPORTÓ LA PRESIÓN DE TODAS

En la ronda final y a pesar de arrancar con bogey Ko nunca cedió el liderazgo ya que Metraux también perdió un golpe ahí y mucho más en los siguientes hoyos ya que repitió el error en el siguiente y en el (5) la suiza se bajó directamente de la pelea al realizar un triple bogey poniéndose (+5) para el día y a cinco de la neozelandeza que recuperó el golpe en el (3) y cerrando con dos birdies más la ida alcanzó la marca de once menos y al tee del hoyo 13 mantenía la ventaja, pero en el par cuatro envió su segundo golpe al agua terminando con doble bogey y ahí su principal escollo a la medalla dorada se llamó Esther Henseleit, la alemana que salió a siete golpes de las punteras y 44 minutos antes que el grupo final registró cinco birdies en diez hoyos y después de un único error en el (12) terminó birdie-birdie y con ocho menos se sentó a esperar y ver lo que sucedía.

Luego del error la neozelandesa debió hilar fino para no perder ese único golpe que la separaba de la alemana y en el par cinco del (14) debió hacer dos putts desde doce metros para par, lo mismo que en el siguiente desde once y en el par tres del (16) se quedó a catorce metros del hoyo pasándose un metro y otra vez lidiar con el fantasma del bogey, hasta que en el par cinco final y jugando la salida con una madera 3 y desde cerca de 80 yardas puso el tercero en el green a dos metros del hoyo para despedirse con birdie firmando una tarjeta de 71 (-1) y con diez bajo el par triunfar por dos.

Detrás de la plateada conseguida por Esther Henseleit, la china Xiyu Lin (69) obtuvo la medalla de bronce con siete bajo el par. Morgan Metraux cerró con 79 golpes clasificando 18ª con (-2).

Mariajo Uribe fue la mejor latinoamericana clasificando décima con 284 impactos (-4). La colombiana tampoco tuvo el cierre deseado y máxime que esta fue su última competencia como jugadora profesional y ayer comenzó a perder terreno ya que llegó a estar tercera con (-7) cerrando con dos bogeys los últimos cuatro hoyos que la retrasaron al sexto puesto con (-5). Hoy definitivamente Mariajo se fue para atrás arrancando bogey-doble bogey llegando a estar cinco sobre el par en siete hoyos y de ahí en más vino la recuperación con dos birdies y la gran sensación de despedida embocando el putt para águila desde un metro y medio en el hoyo final.

 Esther Henseleit, Lydia Ko y Xiyu Lin.

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